Planes de medicina prepagada y planes de seguros de salud en Ecuador

Cuando nos vemos obligados a pasar más tiempo en casa de lo habitual, podemos llegar a descuidar nuestra alimentación. Cambiar el patrón alimenticio de forma drástica puede provocarnos desequilibrios metabólicos, aumento de peso, trastornos gastrointestinales, y también afecciones psicológicas como apatía, cansancio, o depresión.

Principios generales

Para mantener tu salud mental y física debes procurar conocer tu cuerpo y sus hábitos alimenticios.

  • Comer refrigerios saludables que contengan fibra.
  • Consume proteína saludable.
  • Bebe abundantes líquidos.

Analiza lo que comes:

  • Minimiza las comidas con abundantes grasas y azúcares.
  • Come porciones pequeñas distribuidas en más veces.
  • No comas si estás aburrido, haz otra actividad.

Rutinas de ejercicios

Nunca hay que dejar de mantenerse activo, por más que en ocasiones sea difícil, se puede comenzar con actividades sencillas como caminar, rutinas de fitness, o algún deporte que te apasione. Un buen complemento a una alimentación sana es hacer rondas de ejercicios desde tu casa, ya sean abdominales, lagartijas, ejercicios con mancuernas (o algún peso), rutinas de thrusters, push-ups, shoulder taps, etc. Puedes ver algunos ejercicios para realizar en el hogar en este video:

¿Pedir comida a domicilio?

Es una buena opción, en ocasiones, siempre y cuando sean platos balanceados, estén cocinados con ingredientes de calidad, y bajo un estándar higiénico de preparación.

 

Lo mejor es elegir de las opciones disponibles, elije las más saludables. Lastimosamente a veces nos dejamos llevar por un anuncio de comida sin tener en cuenta su contenido graso, el balance de proteínas y carbohidratos, o su aporte calórico y nutricional, o bien sin conocer en las condiciones de salubridad del proveedor.

Fíjate siempre que el plato sea preparado por un proveedor de confianza, pregunta los ingredientes y cómo se obtuvieron, si es posible averigua cuánto tiempo estuvieron refrigerados o cuando se distribuyeron. No pruebes cada día con un proveedor diferente, pide comida a aquellos con cuya comida te hayas sentido bien. Y si un día comiste pizza, pasta o arroz (por ejemplo), trata al día siguiente de comer un plato que contenga vegetales hervidos o al vapor, fruta o legumbres, si es posible preparado por ti. Tu cuerpo te lo agradecerá.